Si se realiza un tatuaje en verano, el tatuador recomienda esperar al menos 20 días para una exposición al sol. “No pasa nada por caminar un poco por la calle y que te dé algo el sol, lo malo es exponerse de más, cómo pasa en la playa o caminando por el monte”, señala. Para protegerlo una vez pasado este tiempo, una crema fotoprotectora con factor 50 y evitar exponerlos en las horas centrales del día es lo más adecuado. Barcia recomienda también usar el sentido común: “Cuanto más cuides tu tatuaje del sol, mejor va a envejecer. Si te haces algo que es para toda la vida, no cuesta tanto esperarse unos días para bañarse en la piscina, tomar el sol y demás”.
Los errores más comunes
Elegir un estudio que respete las normas mínimas de seguridad e higiene y que se trate de un establecimiento autorizado son condicionantes básicos que debería tener quien va a realizarse un tatuaje. Así lo explica Mar Valle, presidenta de la Asociación Nacional de Micropigmentación, Tatuaje, Piércing e Imagen, quien añade que a cada cliente se le debe entregar un documento donde se indique como cuidarse el tatuaje en los días posteriores al tratamiento.
Entre los errores más comunes que se cometen en el cuidado de los tatuajes en esta época del año, Barcia considera que el principal es precisamente no hacer caso a esas recomendaciones de cuidados que hace el tatuador o la tatuadora. “Yo lo paso fatal cuando veo stories en redes sociales de mis clientes a los pocos días de tatuarse, bañándose en la piscina o torrándose al sol. Y es algo que pasa mucho más de lo que me gustaría”, lamenta. Durante la cicatrización, tampoco se pueden usar otros cosméticos que no sean los indicados para la cicatrización del tatuaje, y aunque ahora venden cremas de curación con factor de protección solar, a Barcia le parece poco recomendable tatuarse y tomar el sol los primeros días.